Cuando la lluvia cae, el abandono se nota

El PRI CDMX denuncia la falta de atención del gobierno morenista a las inundaciones recurrentes que afectan gravemente a miles de familias en la capital.

Cada temporada de lluvias, la historia se repite: calles convertidas en ríos, autos varados, viviendas anegadas y miles de familias atrapadas en la angustia de perderlo todo. En la Ciudad de México, las lluvias no son un fenómeno extraordinario, pero la respuesta del gobierno morenista sí es, tristemente, inexistente.

En puntos críticos como la Calzada Ignacio Zaragoza, bastan unos minutos de tormenta para que la vialidad colapse. Baches, encharcamientos, drenaje colapsado y falta de desazolve forman parte de un paisaje urbano que parece más bien una zona de desastre natural, aunque en realidad es el reflejo de una mala administración.

Desde el PRI CDMX, su dirigencia ha señalado con firmeza la irresponsabilidad de Morena, que en su afán de propaganda y centralismo político ha descuidado una de las tareas más básicas del gobierno: proteger a su gente.

“Si ya sabemos que cada año llueve, ¿por qué no hay un plan preventivo serio?”, cuestionan desde el Comité capitalino.
“Morena no desazolva, no repara, no cuida. ¿Dónde está su gobierno cuando más se necesita?”

Una tragedia cotidiana con soluciones posibles

Lo más grave de este escenario no es solo el daño material, sino la normalización del caos y la indiferencia institucional. Las inundaciones afectan directamente la vida de miles de personas: trabajadores que no llegan a sus empleos, negocios que pierden mercancía, hogares que se destruyen por dentro, todo mientras la autoridad evade responsabilidades.

A pesar de que existen programas, tecnologías y presupuestos para prevenir estas situaciones, en la Ciudad de México la falta de mantenimiento, supervisión e inversión en infraestructura hidráulica es evidente. Morena ha preferido ignorar las alertas ciudadanas y posponer soluciones.

El PRI propone, escucha y actúa

Frente a este abandono, el PRI CDMX ha insistido en la necesidad de diseñar y ejecutar un programa integral de mantenimiento urbano, que incluya:

  • Limpieza y desazolve permanente de drenajes.
  • Reparación oportuna de baches y vialidades clave.
  • Monitoreo hidráulico en zonas vulnerables.
  • Transparencia en la aplicación del presupuesto para obras públicas.

Además, plantea incluir a los vecinos en esquemas de vigilancia participativa, donde la ciudadanía pueda denunciar riesgos y ver soluciones en tiempo real, no con excusas burocráticas.

Cuando la omisión se convierte en riesgo

Las lluvias no deben ser sinónimo de desastre, pero mientras el gobierno de Morena siga apostando por la inacción, la ciudadanía seguirá padeciendo consecuencias que son perfectamente evitables.

La Ciudad de México no necesita más promesas en tiempos electorales, sino acciones permanentes, responsables y orientadas a cuidar la vida y el patrimonio de su gente.

Porque cuando la lluvia cae, lo que más pesa no es el agua, sino el abandono del gobierno. Y el PRI CDMX lo sabe: las soluciones no se improvisan, se planean, se ejecutan y se cumplen.

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