“Alito Moreno: Morena calla y el crimen manda”
El PRI condena que la política del gobierno se base en la simulación, mientras la violencia alcanza niveles históricos.
México vive una de las etapas más violentas de su historia reciente, y mientras tanto, el gobierno federal permanece en silencio. Así lo denunció este lunes el presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, quien acusó a Morena de gobernar desde la simulación y permitir que el crimen organizado imponga su ley en amplias regiones del país.
“El gobierno calla y el crimen manda. Esa es la cruda verdad que Morena quiere ocultar tras discursos triunfalistas”, sentenció Moreno, al referirse al aumento sostenido en homicidios, desapariciones forzadas y control territorial por parte de los cárteles. “La estrategia de seguridad ha sido una fachada. En la práctica, no hay Estado, no hay ley, no hay protección para las y los ciudadanos.”
Niveles históricos de violencia
Según cifras de organismos independientes y reportes oficiales, México ha superado los 170 mil homicidios dolosos desde 2018, lo que representa el sexenio más sangriento en la historia moderna del país. A ello se suman más de 120 mil personas desaparecidas y decenas de miles de desplazados internos por violencia criminal.
Moreno argumentó que esta tragedia nacional no es casual ni inevitable, sino el resultado directo de una política de seguridad fallida, basada en la omisión, la militarización sin estrategia y una narrativa que niega la realidad. “El gobierno de Morena dejó crecer al crimen. Prefirió no confrontarlo. En algunos casos, lo toleró. En otros, lo encubrió”, denunció.
¿A quién afecta esta violencia?
La violencia no se distribuye por igual: las comunidades rurales, los jóvenes, las mujeres, los periodistas, los defensores de derechos humanos y los migrantes son quienes más la sufren. Los feminicidios no ceden, las desapariciones aumentan, y los medios locales viven bajo censura de facto por amenazas del narco.
Hoy en México, alzar la voz puede costarte la vida. Y ese clima de miedo no lo impusieron los ciudadanos, lo impuso la impunidad, el crimen organizado ha penetrado el tejido social, imponiendo reglas, horarios y castigos en donde el Estado brilla por su ausencia.
Urgencia de cambiar el rumbo
Moreno advirtió que no basta con reconocer el problema, sino reconstruir el poder civil del Estado, devolver la seguridad a las comunidades y romper los pactos tácitos entre gobiernos locales y el crimen. Además, subrayó que la violencia no sólo es una crisis de seguridad: es una crisis de derechos humanos, de justicia social y de democracia.
“Morena gobierna desde la indiferencia. Pero el pueblo vive desde el miedo. Nosotros no vamos a callar. El PRI levanta la voz no solo por razones políticas, sino por dignidad y por compromiso con la vida y la libertad de los mexicanos”, concluyó.
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