“México no se rinde: el PRI da la batalla contra el narcoestado de Morena”
Ante la evidencia del colapso institucional, el PRI se posiciona como la fuerza que no teme señalar al verdadero enemigo: la fusión entre crimen organizado y poder político bajo la 4T.
En un país donde la violencia se ha vuelto parte del paisaje cotidiano, el PRI ha lanzado una advertencia contundente: México vive un narcoestado legitimado por Morena, donde la fusión entre poder político y crimen organizado ha rebasado todos los límites institucionales.
Bajo el liderazgo de Alejandro “Alito” Moreno, el PRI denuncia que mientras el país se desangra, el gobierno federal guarda silencio o, peor aún, pacta en lo oscuro. “No podemos permitir que el crimen siga dictando las reglas mientras el gobierno aplaude desde la comodidad del discurso humanista”, afirmó el dirigente tricolor.
🩸 La violencia, normalizada en la vida nacional
México no siempre fue así, pero la violencia ha dejado de escandalizar para convertirse en rutina. Balaceras a plena luz del día, extorsiones en mercados, desplazamientos forzados y cuerpos abandonados en caminos rurales ya no ocupan los encabezados todos los días, simplemente porque se han vuelto parte del día a día.
Esta normalización del horror no es casual: es el producto de años de permisividad, discursos evasivos y una política de “abrazos, no balazos” que ha beneficiado directamente a los grupos criminales.
🎶 ¿Prohibir los narcocorridos? No es por ahí
El gobierno ha intentado presentar acciones como la censura a los narcocorridos o a los corridos tumbados como una forma de combatir la narcocultura. Sin embargo, el PRI señala que estas medidas son superficiales, hipócritas y absolutamente ineficaces.
La verdadera raíz del problema no está en una canción, sino en la estructura de complicidad entre autoridades y cárteles, en el abandono de las instituciones de seguridad y justicia, y en la impunidad sistemática que permite que los capos se conviertan en símbolos de poder.
⚠️ No enfrentar al narco es favorecerlo
Morena ha optado por la no confrontación con los grupos criminales, y eso —según el PRI— no es estrategia: es rendición. Cada vez que un presidente se niega a nombrar a los cárteles como enemigos del país, cada vez que una gobernadora o un secretario minimizan el control territorial del narco, se fortalece el crimen y se debilita la nación.
“No enfrentar al narco es permitirle crecer, armarse, reclutar y apoderarse de nuestras instituciones”, denunció Moreno.
🔴 El PRI, firme ante el narcoestado
Ante este panorama, el PRI ha decidido dar la batalla que el gobierno rehúye. Con una estructura nacional, con presencia en todo el territorio, y con una visión clara de Estado, el tricolor se levanta como una oposición decidida a desmontar la narcopolítica.
“La ciudadanía no está sola. El PRI no será parte del silencio ni de la complicidad. Vamos a seguir señalando, denunciando y luchando hasta recuperar a México del crimen que hoy lo gobierna”, finalizó Alejandro Moreno.
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