No es informe: es una burla institucionalizada
El PRI Campeche exige a la gobernadora dejar la simulación y asumir su responsabilidad por la crisis multidimensional que vive Campeche.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Campeche ha lanzado una denuncia contundente: lo que se avecina no es una rendición de cuentas, sino un espectáculo político destinado a ocultar el deterioro sistemático del estado.
“El gobierno de Morena ha convertido el informe en un acto de simulación, una puesta en escena para disfrazar la crisis que vive Campeche”, denunció la dirigencia estatal del PRI, al tiempo que exigió transparencia, autocrítica y resultados reales.
La denuncia no se basa solo en percepciones políticas. Los datos son alarmantes: carreteras en ruinas, hospitales desabastecidos, escuelas en abandono, incremento de la violencia, y una ciudadanía que enfrenta a diario la desatención y el desdén de una administración más preocupada por el marketing político que por el bienestar social.
Un estado que se cae a pedazos
A decir del PRI, Campeche vive una de sus etapas más críticas en años recientes. Las vialidades, especialmente en zonas rurales y periféricas, son intransitables, afectando el comercio, el transporte escolar y la seguridad vial. “Estas carreteras destruidas no son solo un símbolo de abandono; son una trampa mortal para la población que necesita moverse para trabajar, estudiar o recibir atención médica”, señaló el partido.
La crisis también golpea con fuerza al sistema de salud. El PRI advierte que los hospitales públicos están rebasados, sin medicamentos básicos y con personal insuficiente. “Los testimonios de ciudadanos son desgarradores: pacientes con enfermedades crónicas que no reciben tratamiento, madres que deben comprar hasta las gasas para un parto, y clínicas rurales que han cerrado por falta de insumos. ¿Eso es lo que va a celebrar Layda Sansores en su informe?”, cuestionó el tricolor.
Educación colapsada y violencia al alza
La educación, sostienen, no ha escapado de este derrumbe institucional. Escuelas con techos colapsados, mobiliario insuficiente, falta de maestros y programas sin contenido actualizado muestran el deterioro de un sistema educativo que ha sido marginado en el actual sexenio. “¿Dónde están los recursos prometidos? ¿Qué se hizo con los fondos federales destinados a mejorar las condiciones escolares?”, insistió el PRI.
En paralelo, el crecimiento de la inseguridad se ha convertido en otro de los grandes reclamos. Si bien la gobernadora insiste en que Campeche es una entidad segura, la percepción ciudadana y los datos de incidencia delictiva pintan otra realidad: robos, violencia intrafamiliar, extorsión y delitos patrimoniales van en aumento.
“Layda vive en la opulencia, el pueblo en la desesperación”
Uno de los señalamientos más directos del PRI va dirigido al desfase entre el estilo de vida de la gobernadora y las condiciones del pueblo campechano. Mientras miles de ciudadanos luchan por sobrevivir en condiciones precarias, “Layda Sansores gobierna desde la comodidad de sus privilegios, más ocupada en su proyección nacional que en resolver los problemas locales”.
El tricolor advirtió que la narrativa que la mandataria presentará en su informe es “una construcción artificial, una ficción política”, alejada de los problemas reales. “No vamos a permitir que se engañe una vez más al pueblo de Campeche. Este informe no puede ser un montaje propagandístico, sino una oportunidad para rendir cuentas y corregir el rumbo, si es que aún tienen voluntad para hacerlo”.
“La paciencia se acabó”: advierte el PRI
Finalmente, el PRI Campeche lanzó una advertencia clara: si el gobierno estatal no rectifica, la exigencia popular por justicia se hará sentir con más fuerza. “Los campechanos no soportan más mentiras, ni más gobiernos que gobiernan desde el discurso y no desde la acción. Si este informe no está a la altura de las circunstancias, será recordado como el símbolo del fracaso de Morena en Campeche”.
El partido adelantó que mantendrá vigilancia activa sobre los datos presentados por la gobernadora y que impulsará auditorías, solicitudes de transparencia y denuncias públicas sobre irregularidades detectadas.
“El pueblo no está dormido. Está cansado. Está herido. Y está listo para exigir cuentas. Nosotros seremos la voz de esa exigencia”, concluyó el pronunciamiento.

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